Dios me ha dado (Ivelice) la dicha de estar rodeada de mujeres que me bendicen, de conocer a mujeres que han sido usadas por él para moldearme en distintas áreas de mi vida y la maternidad no es la excepción. Muchas veces esas mujeres sólo están siendo ellas en su diario vivir y ahí puedo experimentar a Cristo en sus palabras, acciones y servicio.
En Panamá celebramos el día de la madre el 8 de diciembre y aprovechamos la ocasión para entrevistar a dos amigas que han sido modelos para mí en este tiempo de la crianza, Elsa y Lidia. Es un artículo largo, pero valdrá la pena leerlo todo.
Preguntas de Ivelice a Elsa:
1. ¿Consideras que la maternidad te ha cambiado? Si la respuesta es sí, ¿de qué manera lo ha hecho? Si, la maternidad me ha cambiado. Ha cambiado mi mente, corazón y mis prioridades, lo que creía que era importante.
Ya no se trata de mí sino de un nosotros. ¡Cambió mi manera de dar y recibir amor! Antes no me gustaba el contacto físico, tampoco el dar palabras de afirmación; con ellos digo ¡Te amo! Nos abrazamos fuerte, recibo tiernos abrazos, caricias y besos que me llenan el corazón. Y también, cambió mi manera de contemplar a Dios, ahora puedo entender un poco más lo que significa que Él me mira con complacencia, ya que así miro a mis hijos sin importar lo que ellos puedan hacer o no, los amo profundamente.
2. ¿Cómo ha sido ser mamá de un niño de edad escolar y una preescolar, ser misionera, esposa, profesional en el área de salud y estudiante de una segunda carrera a la vez? En mis diferentes roles, siendo madre de niños pequeños, muchas veces me he sentido frustrada, cansada y enojada conmigo misma porque a veces las cosas no salían como esperaba o sentía que no daba la talla para ninguno de mis roles. A veces en mi mente luchaba con la idea de que ¡no era capaz! Y es ahí donde nuevamente gracias a mis hijos, puedo experimentar a diario el amor profundo que Dios tiene por mí, un Dios que se deleita más allá de mi «desempeño» y me restaura. Me habla con amor mostrándome el camino cuando experimentaba esos pensamientos y emociones; ¡me recordaba que no era con mis fuerzas sino a través de Él! Y es allí dónde puedo afirmar que el gozo de su rostro y favor hacia mi vida me permitía y permite transitar cada una de las cosas que estoy haciendo. Con amor, paciencia, perseverancia y diligencia.
A veces parecía una montaña rusa de emociones, pero cuando dejo que esté en control de mi vida es una hermosa aventura y estoy tan gozosa de poder acompañar a mis hijos y esposo que me acompañan en cada etapa. Ha sido muy importante la compañía de mi esposo en estos roles, su ayuda y ánimo en medio de todo, al igual que la compañía de mi familia.
Por otra parte, con la familia entera trabajamos juntos en los proyectos misioneros, mis hijos son parte, colaboran desde lo que pueden hacer, además tenemos tiempos de estudio juntos, vamos creando rutinas que nos permiten desarrollar nuestras diferentes tareas y el apoyo de mi familia extendida también es muy importante en ello.
Preguntas de Ivelice a Lidia:
1. Y tú, amiga, ¿Consideras que la maternidad te ha cambiado? Si la respuesta es sí, ¿de qué manera lo ha hecho? ¡Oh sí!, el Señor creó a la mujer con características distintas a las del hombre, pero que de igual manera las hallamos en Él. Y en la maternidad son más evidentes cada una de ellas; el amor, el servicio, la compasión y el ser proveedora y protectora de paz.
Dios como mi alfarero ha ido moldeando mi carácter, como si me dijera; ya no te ames tanto Lidia, te entrego estos niños para que los ames.
2. ¿Cómo ha sido ser mamá de varones, esposa, pasar de ejercer la ingeniería para dedicarte al hogar y ser maestra de “homeschool” a tiempo completo, todo a la vez? Creo que si el Señor me hubiese mostrado todo este panorama unos siete años atrás, yo hubiese dicho no Señor, y no me enorgullece decirlo, ya que en mi pecado quería controlarlo todo, amaba mis logros personales, quería felicitaciones por mi trabajo, y no era mi prioridad ser la ayuda que mi esposo necesitaba y cuidar a tiempo completo de mis hijos, pero Dios en su misericordia me confrontó con mis prioridades, con mi pecado y ha ido moldeando y transformando mi corazón a través de su Palabra, usando mujeres de mi iglesia local, amigas piadosas, mujeres ancianas que a través de podcast y blog enseñan sana doctrina a otras mujeres. Así que estoy muy agradecida con el Señor por mostrarme mi condición, ser mi guía, Él que me sustenta y me fortalece en el trabajo que Él me ha llamado hacer, en mi hogar, ayudando a mi esposo, y enseñando a mis hijos varones a través de una educación que en cada libro les apunta a Cristo. Ellos aprenden y yo también y cuando los veo más altos que yo Él Señor me recuerda que en mis debilidades su Gracia es suficiente.
Ahora estas preguntas son para ambas:
1. ¿Qué les dirían a aquellas mujeres que no quieren tener hijos porque temen cuidar de otros en este mundo malo o porque truncaría sus sueños como mujer?
Elsa: Les diría que las entiendo, porque me ha pasado sentir miedo y me hice esa pregunta. Pero hoy entiendo que nacimos con un propósito y Dios mediante podemos llevarlo adelante, personalmente creo que es cuestión de prioridades y de tener en claro tu identidad como mujer, como hija de Dios.
Podemos ser madres y seguir soñando con nuestra carrera profesional o futuros estudios, pero estableciendo un orden, dejar atrás pensamientos y estructuras personales o sociales, porque digo esto. A veces creemos que todo tiene que darse en cierto tiempo si no, no está bien. Puede que la carrera cueste un poco más o tu desarrollo como profesional tarde un poco más de lo esperado, pero nadie te quitará el gozo del crecimiento y acompañamiento a tus hijos que son la prioridad mientras en paralelo con paciencia y dedicación, llevas adelante tus sueños que te aseguro terminarán impactando en la vida de tus hijos y otras personas.
Lidia: Primeramente, si te compartieron este Blog cristiano de Letras Con Sal y te consideras buena persona según tu criterio o lo que dice el mundo, permítele al Señor que te muestre que todos somos pecadores (Romanos 3:23) y necesitas urgente arrepentirte para con Dios y recibir el regalo de la fe en Jesucristo Salvador nuestro. Solo así podemos morir a nosotros y amar a otros (esposo, hijos e hijas).
Y si ya has sido redimida por nuestro Salvador Jesús, lee por favor, Mateo 16:23-24 y pídele que te revele cómo estás tomando tus decisiones; desde el punto de vista humano, o desde el punto de vista de Dios. En este caminar pídele que te indique que cosas debes abandonar de tu propia vida, Él es Ayudador. En mi caso me hizo ver mi orgullo, desconfianza, temor, vanidad, egoísmo, incluso me muestra cosas buenas que a veces permito que me desenfoquen de lo que el Señor me ha pedido hacer. Y no estoy diciendo que una mujer no pueda desarrollar sus dones y talentos en la profesión que tenga, la revisión que debemos hacer es cuando permitimos que se vuelva lo más importante en nuestras vidas. Y también preguntarnos si lo que estoy haciendo honra a Dios.
2. ¿Qué consejo o palabras de ánimo les darían a otras mamás que están en la misma situación que ustedes?
Elsa: Quiero ampliar un poco más la respuesta anterior. Desde mi humilde experiencia, y aún sigo aprendiendo por supuesto, hasta que el Señor venga espero sea así. Quiero animarte a que primeramente tengas por alto tu relación con Dios, es allí donde reafirmamos identidad, propósito y enfoque de prioridades, desde allí, podemos experimentar gozo aún en medio de situaciones difíciles, desde allí podemos enfrentar esos momentos de montaña rusa que los habrá y muchos.
Por otra, parte al tener en claro esto, aunque en la sociedad haya tiempos de cuánto debe durar una carrera, hasta que edad uno podría estudiar, o que a veces no es bien visto que una madre de niños pequeños estudie o trabaje…sumado a nuestros preconceptos…etc. Podrás vivir libremente confiada en el Señor que no estás sola, que Él va a tu lado brindando todas las herramientas para que lleves adelante la maternidad.

Y, por último, nunca olvides que eres amada, y ¡lo estás haciendo bien! ¡Lo veo y seguro lo ves al sentir ese abrazo de nuestros hijos!
Esas palabras de afirmación de un “te amo” o “eres la mejor mamá que pude tener”, es tanta misericordia tiene Dios que aún en medio de nuestras dudas o temores a través de nuestros hijos afirma nuestra identidad y valor. También, quiero mencionar que es muy importante el acompañamiento de nuestros esposos, ponerse de acuerdo para ser acompañados, al igual que el acompañamiento de nuestras familias extendidas y amigos. No lo lograremos solas sino con una gran comunidad que acompañe y contenga nuestros procesos.
Lidia: Tenemos un Diseñador divino y nos ha dado su manual para buscar y pedir sabiduría y conocimiento de la Verdad. Mantengamos nuestra conexión sea un día soleado o lluvioso.
El amor que el mundo ofrece es egoísta, no sacrificial como lo modelo Jesucristo, por eso en su Sabiduría el Señor que conoce nuestro corazón engañoso nos llama en Tito 2:4-5 que seamos enseñadas a amar a nuestros esposos e hijos y enseñemos a mujeres más jóvenes amar su hogar, su familia y así honramos a Dios.
Agradezco a mis amadas hermanas por abrir un poco su corazón con todos los lectores de Letras Con Sal y es mi deseo que todos los que lean sus palabras puedan sentirse identificados, hallar consuelo y recibir un abrazo en la etapa que estén, en especial en tu maternidad.
Imágenes: unsplash.com
Conoce a nuestras entrevistadas

Elsa Tolaba de Samaniego
Seguidora de Jesús desde 1998. Esposa de Manuel y mamá de Oto y Julie, Enfermera y estudiante del último año de medicina. Ella y su esposo son misioneros de Cru en Argentina.
Disfruta de la Playa, espacios verdes y películas en familia. Le apasiona conectar a las personas con Jesús y acompañarles en su proceso de crecimiento de fe.

Lidia Márquez
Casada con Juan Carlos Castillo, tienen dos varones; Juan Carlos de 15 años y Julián Alfonso 13 años. Viven en Arraiján, Panamá Oeste.
Es ingeniera eléctrica, y le gusta conocer las culturas del mundo y disfruta escuchar el sonido de los instrumentos musicales en especial el piano, violín y guitarra.