Un plan de acción para debatir tus convicciones cristianas
Este es el comentario que aparece en la portada del libro en su versión en español, y el cual le hace justicia completamente al contenido del mismo.
El libro desarrolla a través de una mezcla de consejos y estrategias todo un marco de acción para el creyente que busca compartir su fe frente a contextos y personas contrarias abiertamente al cristianismo. El autor nos lleva a una apologética totalmente práctica y honesta.
Hoy en día la apologética suele generar distintas reacciones dentro del pueblo de Dios, que van desde un franco desinterés e ignorancia consciente del tema, perdiéndose así la persona de toda su riqueza, utilidad misionera y bendición para la vida, lo cual es lamentable y preocupante. Y del otro lado, la apologética es muchas veces utilizada para imponer opiniones, exhibir de forma humillante al interlocutor y ganar una discusión con alguien que piense diferente a nosotros. Ambas actitudes no son cristo-céntricas. No podemos obviar aquellos que ven la defensa de la fe como un asunto de académicos privilegiados, o que inevitablemente genera conflictos y que “no es para mí”.
Son precisamente estos mitos los que el autor combate dentro del libro mediante ejemplos claros y precisos sobre cómo usar la apologética para compartir de Jesús a otros.
Plantea tácticas bien definidas, enfatizando en detalle cada una de ellas, las cuales le permiten al interlocutor cristiano saber cómo abordar un tema para conectarlo con su fe, también saber cuándo callar y hasta qué punto llegar, promoviendo así la prudencia. En cierta forma el libro nos ayuda a sembrar, regar y confiando que Dios da el crecimiento en su tiempo si la semilla ha caído en buena tierra. Estas tácticas nos permiten saber cómo posicionarnos ante diferentes temas, así como también, diferentes actitudes o “climas” en conversaciones con personas que no comparten la fe cristiana y que muchas veces tienen cuestionamientos u objeciones que hacer. El libro no nos permite ser meros testigos silenciosos.
Por su puesto, en medio de todo es el Espíritu Santo quién guía nuestra mente y corazón en estas conversaciones. No somos robots programados para dar respuesta de forma mecánica o artificial, al contrario, somos personas pecadoras rescatados, orgánicos, con sus propias dudas que buscan ser instrumentos en las manos de aquél que es el camino, y la verdad y la vida.
Dos factores a considerar antes de la lectura
Primero, el diseño de cada capítulo. Estos son cortos, de fácil lectura, y bien ilustrados con ejemplos reales de la experiencia del autor al compartir su fe. El libro es el resultado de la experiencia y la estructuración de las tácticas puestas por escrita a disposición del cuerpo de Cristo. Basta con ver los nombres de los autores que comentan en la contraportada para darse cuenta del calibre del escritor y su contenido. Cada capítulo tiene un resumen al final de los puntos principales que se desarrollaron para que el lector pueda hacer un repaso antes de continuar.
Ahora bien, como segundo elemento, usted debe tomar en cuenta que el libro va directo a lo práctico, por ende, no ahonda en fundamentos filosóficos, teológicos, históricos o misionales de la apologética en el evangelismo. El libro es más bien del “cómo” compartir y no del “qué” compartir. Usted como lector responsable y que entiende su llamado de anunciar el evangelio, debe estudiar, prepararse, leer e invertir en su aprendizaje de otros temas. Hay una cantidad inmensa y valiosa de recursos que pueden sernos de gran ayuda para complementar. Esta es tal vez la única limitante.
Conclusión
A título personal no había leído un libro con esta temática, tan centrado en la aplicación de todo ese conocimiento al que nos permite acceder la apologética. Aquí es: bien, eso que sabemos, vamos ahora a utilizarlo. Es ideal para incluirlo dentro de un curso de evangelismo. Me hubiese gustado acceder a este material en mi época en el campo misionero dentro de la universidad.
Me pareció excelente que el autor utilizara algunas temáticas como el relativismo moral, la evolución, la ciencia y la fe, entre otros, para aplicar estas tácticas. Esto nos deja con el desafío de conocer cuáles temáticas o componentes son las que están en las conversaciones de nuestra cultura hoy, y cómo podemos, introducir el evangelio en medio de estas realidades culturales, con valor, buena argumentación y compasión.
Cierro con el principio. El autor utiliza el texto que inspiró nuestro blog para abrir la primera parte de su libro, que esto sea una realidad en nuestras conversaciones.
Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno
Colosenses 4:6.