Qué le parecería una campaña electoral organizada y puesta en marcha mucho antes de que nazca el candidato ¿suena absurdo verdad? o tal vez no. El texto sagrado nos regala la historia de un presidente (más bien un rey), quien antes de que naciera ya estaba profetizada su gestión en el poder (1 Reyes 13:1-5). Le presento a Josías, hijo de Amón, rey de Judá. Ejerció su cargo en medio de una decadencia social, política y espiritual. Su gestión es digna de ser tomada en cuenta no solo en palacios presidenciales de aves esbeltas, sino también en nuestras propias vidas. Esbozaremos brevemente diez puntos de la vida de Josías de forma cronológica.
- El rey niño (2 Reyes 22:1-3):
Con toda la madurez que se puede tener a los ocho años logró permanecer más de tres décadas en el cargo, siendo fiel. Inevitablemente se menciona a su madre en estos primeros años de gobierno (2 R. 22:1), es probable que haya tenido una participación positiva en la vida de su hijo. Josías durante toda su vida siempre caminó acompañado de otros ¿quién nos acompaña a nosotros en nuestro caminar como cristianos?
- El rey adolescente (2 Crónicas 34:3-7):
Cuatro años más tarde, a raíz de una búsqueda inicial de Dios, teniendo tan sólo doce años Josías inicia – bajo su criterio bien intencionado – una limpieza radical de todo tipo de idolatría en el territorio. Sus primeros pasos hacia el Santo de Israel le permitían descubrir su falta de santidad. Conforme nos acercamos al Dios verdadero los ídolos que nos rodean empiezan a ser insoportables.
- El rey se encuentra con el Libro de Dios (2 Reyes 22:3-11):
Josías es quebrantado con tan solo oír la lectura de la ley. Puede que la porción leída por Safán haya sido alguna relacionada a lo contaminante de la idolatría para el pueblo de Dios (p. ej. Dt. 7:1-7). El transformador de 18 años estaba siendo transformado. La palabra de Dios revoluciona la vida de la persona que la escucha.
- El rey angustiado (2 Reyes 22:13-20):
Arrepentido profundamente Josías busca dirección divina a través de una profetisa, quien le confirma que los pecados de Israel serán juzgados con severidad. Era inevitable. Las decisiones tomadas por reyes y gobernados anteriores habían traído ruina. Nuestro deseo por conocer la voluntad divina debe ser una tensión entre una piadosa paciencia y una agonía urgente. ¿Me desespera saber Su voluntad?
- El rey como predicador (2 Reyes 23:1-3):
El resultado de todo esto trajo la necesidad del rey de compartir el mensaje de la ley de Dios con los líderes y con el pueblo, a través de la lectura pública, con el firme compromiso de obedecerla. Esto sería el génesis de un avivamiento puro. El liderazgo espiritual saludable supone inevitablemente acción y no sólo palabras, para así, poder liderar al pueblo de Dios.
- El rey como reformador (2 Reyes 23:4-20):
Josías – ahora bajo el criterio divino – se dispuso a destruir ídolos y todo rastro de falsa religiosidad, empezando por la suya propia. Cuando se tiene un liderazgo quebrantado y con la convicción de obedecer a Dios, en base a lo redescubierto en la Palabra, y cuando se tiene a un pueblo quebrantado con hambre de Dios, se está frente a una revolución espiritual.
- El rey celebrando con su pueblo (2 Reyes 23:21-23):
Tal era la distancia que había desde hacía mucho entre el Israel y Dios, que habían olvidado celebrar su salida de Egipto y los milagros divinos presenciados. Es decir, tal era la condición de pecado en el pueblo. Por tal motivo vuelven a celebrar la pascua y el poder de Dios volviendo de esa manera a la adoración verdadera. La obediencia a la Palabra de Dios se traduce en una restauración de la adoración y en la reconstrucción hacia una fe genuina.
- El rey dejando una huella (2 Reyes 23:24-25):
Los cambios en pro de la santidad y la esperada expulsión del gremio de magos diabólicos no se hicieron esperar. En este punto es inevitable no conectar las palabras del escritor acerca de la labor de Josías (2 R. 23:25) con otro rey que vendría después, quien también ejecutaría una limpieza (Lc. 19:45-46). El pacto de Dios con David resplandecía con fuerza a través de la vida de Josías.
- El rey en medio de las consecuencias (2 Reyes 23:26-27):
Aun así, ya era algo tarde para evitar la destrucción que vendría sobre el reino del Sur, tal como su similar del Norte, sería llevado cautivo, esta vez por el poderoso imperio babilónico; esto sucedería no mucho tiempo después de Josías. Ninguna sociedad se ha levantado por encima del concepto que ellos tengan de su religión. Ninguna nación se ha levantado por encima del concepto que ellos tengan de Dios.1
- El rey con un desenlace triste (2 Crónicas 35: 20-25):
Usted podría recordar algún mandatario que luego de un buen gobierno tuvo un desenlace desastroso en su vida. Josías, aunque resulte impensable, fue uno más. Pecó de soberbio e insensato, ignoró la advertencia de Dios a través de Necao y terminó herido de muerte en batalla ¿Qué le sucedió? Sin importar cual sea mi autoevaluación y mi popularidad en el momento, la dependencia humilde en Dios debe ser una prioridad no negociable para mi vida.
Hay mucho más que aprender de la vida de Josías, pero sinteticemos lo siguiente para nuestra propia historia. Josías empezó como un buscador religioso, y terminó buscando al Dios santo. Ser cristiano no se trata de religiosidad sino de entrega verdadera. Él invirtió toda su juventud para el Señor, y nos muestra que es posible siendo joven ser fiel a Dios. También es un modelo retador como discípulo: radical, entregado, apasionado, humilde, imperfecto, pero bíblicamente obediente.
A raíz de la lectura de la ley, este rey cambió la idolatría desagradable y vacía por impulsar la adoración al Dios vivo. La historia nos enseña que cuando la Palabra es puesta en práctica en una sociedad provoca transformación. ¿Tenemos ídolos en nuestra vida? Debemos destruirlos o nos sacarán de combate (2 Corintios 6:16-7:1).
Del mismo modo Jesús en la vida del ser humano produce transformación, marca un antes, un después, y un para siempre. Sólo él puede hacer esto. En este punto es pertinente preguntarnos cómo está nuestra relación con la Biblia, o más bien, con el Dios de la Biblia. ¿Aún provoca cambios en nuestro estilo de vida?
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- Tozer, A.W. (1996). El Conocimiento del Dios Santo. Florida, USA: Editorial Vida.
Gracias por este artículo. Vemos de una forma cronológica la vida de un dirigente en el plan de Dios y que de forma directa revierte en la vida de una nación. Mi oración es que Dios levante iguales dirigente en el día de hoy.