Si tú que me lees eres cristiano, seguramente de nuevo creyente pasaste por la experiencia de escuchar a otros que hablaban del devocional o te recomendaban que tuvieras un tiempo devocional, ¿te pasó? A mí sí y lo cierto es que se habla de eso, pero pocos son los que mencionan qué es y cómo se hace.
Importante: Dios no quiere solo que tengamos un tiempo a solas con él, sino que quiere todo de nosotros, por eso en vez de una rutina, debemos tener una vida devocional que lo adore con cada cosa que hacemos.
El devocional personal o tiempo de quietud a solas con Dios es la disciplina piadosa que forma parte de la vida, sostenimiento y crecimiento espiritual del creyente.
Como hijos de Dios nuestro anhelo debe ser conocerle más y tener una vida recta delante de él, ambas cosas para su gloria. Esto podemos lograrlo a través de la lectura y comprensión de Su Palabra. Por eso los creyentes deberíamos tener cada día un espacio a solas para leer y meditar en la Palabra, a esto le llamamos devocional.
El devocional promueve en nosotros y nos ayuda:
- A esforzarnos por la piedad (1 Timoteo 4:7)
- A apartarnos para la oración (Mateo 6:6)
- A orar constantemente (1 Tesalonicenses 5:17)
- A leer y a meditar en las Escrituras (Salmos 1:2)
- A ser transformados más como Cristo y conocer la voluntad de Dios (Romanos 12:1-2)
Sumado a que como discípulos no tenemos excusas, ya que el ejemplo mayor de búsqueda del Padre es Jesús mismo. Para Jesús, el tiempo a solas con Dios no era una opción. No era algo agregado a su abultada agenda como si fuera un tema secundario. Era la línea de vida con el Padre. «Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba» Marcos 1:35
Y … ¿cómo se hace?
No existe un paso a paso de como tener este tiempo / actividad, sin embargo, me gustaría sugerirte esta idea:
- Yo personalmente prefiero hacerlo en la mañana porque me organizo mejor desde temprano y tengo más energía. Hay algunas personas que lo pueden hacer por la tarde o noche, sin embargo, esto requiere de un esfuerzo mayor, porque una vez haya empezado el día todas las actividades que tenemos que hacer nos demandan concentración.
Aclaremos: Si un día no puedes separar este espacio no significa que Dios se apartará de ti, o que te ira mal ese día o que te partirá un rayo, puedes retomarlo el día siguiente siendo consciente que necesitamos alimentarnos todos los días. En cuanto al tiempo y otros detalles hablaremos más adelante.
- Ora: pídele al Señor que te ayude a conocerle más, a tener sabiduría para entender su Palabra y a que aquiete tu espíritu de todo lo que te distraiga o interrumpa. (Lucas 22:46b)
- Lee la Palabra: «y ellas son las que dan testimonio de mí» Juan 5:39c. Toma tu Biblia, si estas utilizando algún material de apoyo como plan de lectura u otro recurso (de eso también hablaremos más adelante), una libreta y bolígrafo. Estos últimos son una excelente recomendación para anotar lo que vas aprendiendo y descubriendo, sobre todo para seguir meditando en ello (la memoria falla, no te confíes, ¡mejor anota!) Y lee esa porción o versículos que elegiste.
- Medita la Palabra (Josué 1:8): piensa en esto que acabas de leer, pregúntate ¿Qué aprendo de Dios, de su carácter, mandatos, acciones, a través de lo que leí? Y después pregúntate ¿Cómo cambia mi manera de vivir esto que he aprendido?
- Alaba: a mí me gusta mucho poder cerrar o iniciar este tiempo alabando al Señor, reconociendo quien es Él. No se trata de tener la mejor voz, se trata de darle honor a Dios. «Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas» Sal. 9:1
Hay mucho más que decir sobre este tema, pero por ahora lo dejaré hasta aquí para que puedas meditar y actuar sobre esta primera parte. La próxima semana te compartiré algunos tips, recursos y advertencias. ¡No te lo pierdas y mucho ánimo!, yo también estoy en el camino contigo, luchando cada día para morir a mi yo pecador.